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martes, 22 de octubre de 2013

El talento no se compra, se cultiva

Una editorial del diario Gestión destacó el poco compromiso que tienen las empresas nacionales con las políticas orientadas a recompensar y retener a su personal. "Una encuesta de Ipsos revela que solo dos de cada cinco empresas en el Perú cuentan con sistemas de retención de talentos, una ventaja que se refleja en un ambi
ente de trabajo donde prima el profesionalismo", se indicó en la nota.
Se señaló también que a pesar de que desde hace muchos años las escuelas de negocios han venido insistiendo en que el soporte del éxito de una empresa moderna está determinado por el cultivo de una cultura organizacional sólida que privilegie el capital humano, este mensaje no está siendo comprendido por los directivos y gerentes, además que existen otras dificultades.
"Dar un gran paso como ese implica realizar fuertes inversiones y (lastimosamente) todavía existe un alto porcentaje de firmas peruanas que persiguen la rentabilidad de corto plazo -reducir costos a toda costa- relegando su sostenibilidad de largo plazo", se dijo en el artículo.
Miguel Antezana, Coordinador Académico del Diplomado Internacional en Comunicación Interna de ESAN, señala que en el Perú sinónimo de "desarrollo" son buenas cifras, según lo que se quiera medir y que las empresas se han acostumbrado a buscar resultados económicos positivos, y si es al menor costo posible, mucho mejor. "La tarea de valorización del recurso humano se ha vuelto deficiente, incompleta o conveniente para el empleador, ocasionando que buenos profesionales sean subvaluados y menospreciados en muchos sectores", comenta.
El economista también aclara que si bien las remuneraciones competitivas son indispensables para contar con personal capacitado, comprometido, y sobre todo generador de valor agregado, existen otros factores que resultan de suma importancia.
"La generación y retención del talento no se logra exclusivamente con mejores sueldos. Los jóvenes profesionales no están aspirando solo a obtener tangibles como contraprestación pues los intangibles son parte de su día a día, y las organizaciones peruanas -lamentablemente- todavía no han evolucionado hacia una gestión que les permita "sintonizar" con las aspiraciones del personal mejor preparado", subraya.
sumillas_antezana_talento_humano.jpgAntezana sostiene que parte de la solución a este problema pasa por poner orden en casa, pues refiere que si directivos con mentalidades del siglo XX, en organizaciones conservadoras, poco o nada comunicativas a nivel interno, son los que pretenden reclutar y retener talentos 2.0, los resultados de satisfacción laboral y retención del personal seguirán siendo su roca en el zapato.
"Así como el Estado en su papel de patrono no debe ser beneficencia, las empresas no tienen por qué ser escuelas de formación pues no es ese su negocio. El talento no se compra; se cultiva y se promueve con habilidades gerenciales y comunicacionales. La competencia ya no está en la empresa vecina, está en el profesional que se relega por la política de seguir pensando en mejorar numeritos", enfatiza.
Fuentes de información obtenida: